Merari fue en busca de un sueño y se encontró con el 1nf13rn0

Merani García, de 19 años de edad, Ilusionada con una oportunidad laboral, la joven nunca imaginó que aquel trabajo en el campo sería el inicio de su desaparición.

Merani había conseguido empleo en una finca donde, según le dijeron, cosecharía fresas, duraznos y obtendría un muy buen sueldo.

Pero era el principio del fin.

Entusiasmada, compartió la noticia con su madre, quien, aunque temerosa, aceptó su decisión.

"Mamita, me iré al campo a cortar fresas y duraznos... Ya me llamaron de la agencia y hasta van a mandarme un Uber aquí a la casa porque debo irme a Jalisco mañana", recordó su madre entre lágrimas.

El último contacto que su familia tuvo con ella fue cuando envió fotos desde el Uber, luciendo los tenis blancos de su hermana mayor. Según le dijo, los llevaba para recordarla y sentirse menos sola.

Después de aquel mensaje, en el que avisaba que ya había llegado a la central y que la esperaban, su rastro se perdió. Su familia pasó casi un año sin noticias, hasta que un día la hermana de Merani vio una publicación de las Madres Buscadoras con imágenes de objetos hallados en el rancho de Teuchitlán.

"Desperté y aunque no quería, me armé de valor y dije: veré lo que subieron las Madres Buscadoras... Enseguida vi los tenis y la mochila... Mi hermanita ahí estaba. Se acabó la incertidumbre para nosotros. Una sospecha que se tenía pero NO se quería, y ahora debía ser enfrentada... No se merecía esto, solo quería salir adelante y ayudar a mamá".

Entre las pertenencias encontradas en el sitio, además de los tenis blancos, estaba la Biblia que su madre le había regalado para acercarla a Dios, su blusa y la maleta con la que partió.

La historia de Merani refleja la tragedia de muchas personas que, en busca de una mejor vida, terminan siendo víctimas de redes criminales.

¿Cuántas historias desgarradoras esconden los zapatos del "campo de exterm1ni0" en Teuchitlán, Jalisco?